en tus ojos se refleja,
el amor inmenso que profesas.
La muerte cabalga inexorablemente,
mama que es lo que puedo hacer,
siento una impotencia insoportable,
tengo miedo, yo, también mama,
aquí no quiero seguir,
si vosotros ya no estáis.
Siento la ausencia,
de tenerte junto a mí,
un rincón vacío y yermo,
que impregna la atmosfera sofocante,
de una tarde veraniega de agosto.
Me acuerdo mucho de ti,
tu ausencia me entristece,
el mundo desaparece,
si tu no estás junto a mí.
Madre callada, madre generosa.
De tu infinita bondad,
nacieron tus más preciosos tesoros,
hoy que con tu presencia no nos vas a
honrar,
en mi pensamiento siempre te voy a
recordar,
ahora que tú con El estas,
implórale, que con su infinita
misericordia,
nos ayude a superar
todas nuestras terrenales desdichas.
Madre amada, madre hermosa.
En mi corazón siempre estas,
jamás te voy a olvidar,
todo el amor y la generosidad
que deseo poder dar,
igual que hiciste tú,
con toda tu bondad,
perfecta madre mía,
por siempre querida María.
Madre soñada, madre añorada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario