Te
marchas y siento un vacío al saber que ya no estás entre nosotros, todo
continua igual, sigue amaneciendo y anocheciendo, mi madre sigue ingresada en
el hospital, son ochenta y cinco años, siento ganas de romper esa rutina.
Solo perviven los recuerdos, el instituto, tenis, motos, las visitas a
exposiciones de pintura que realizamos, “siempre me gustó tu sensibilidad
pictórica, excepto con el retrato que te hicieron en París” valla discusión que
tuvimos sobre el retrato.
Estudiar
en la casa de cultura, en la redonda, en la casa de Bernard, que hacíamos de
todo menos eso, estudiar, los mundiales de fútbol en junio del año 1.982, que
vimos en casa de tus padres, en la playa, bailes, discotecas, pandilla, amigos,
amigas, los diez días que pasamos en París, novias, trabajo, enfermedad, la
maldita enfermedad.
Sé,
que en más de una ocasión disentíamos, pero se podía hablar contigo y al final
todo se arreglaba, nunca hubo rencor, cuantas sesiones de teléfono.
No
hace mucho tiempo, una tarde me dijiste que te perdonara el daño que me podrías
haber hecho, yo en ese momento no te entendí, y te di la razón por no crear una
discusión, ahora que ya es demasiado tarde te entiendo, el tiempo corría en tu
contra, yo no quise verlo, soy yo, el que tenía que pedirte perdón, por no
haber estado a la altura de las circunstancias, y por no haber disfrutado más
tiempo de tu compañía.
Sé
que tengo un aliado más en la otra orilla, a pesar de mi lucha interna
Unamuniana, un amigo en la extensión de la palabra, podemos tener conocidos y
conocidos con cierta amistad, pero amigos lo que se dice amigos, no tantos y
menos de una duración de treinta y seis años.
Tendría
que decir nunca te olvidaré, que es lo que se suele decir, pero es que me
resultará imposible el poder olvidarte, son tantos los recuerdos y las
vivencias, espero no perderlo y siempre estaré disponible, cuando me marche
junto a ti.
Fui incapaz de consolar a tu madre y de portar tu
féretro, pero es tanto el dolor, incluso cuando escribo esto, que ya han pasado
tres días, tengo que parar para coger aire y secarme las lagrimas, hubiera
querido estar en la incineración pero no podía ir solo.
de que cerraras,
los ojos,
a este mundo terrenal.
.
Un dieciséis de febrero,
de ese año dos mi nueve,
como el sol cuando anochece,
tu presencia se ensombrece.
de ese año dos mi nueve,
como el sol cuando anochece,
tu presencia se ensombrece.
.
Año oscuro y aciago,
la vida es un instante,
donde en mi mente desaparece,
toda esperanza de encontrarte.
la vida es un instante,
donde en mi mente desaparece,
toda esperanza de encontrarte.
.
Hoy yo daría por ti,
la vida, no es así,
la vida no es así,
simplemente sufrir.
la vida, no es así,
la vida no es así,
simplemente sufrir.
.
Tu gran día llego por fin,
la vida no es así,
a vida no es así,
hay cosas que desconocéis.
la vida no es así,
a vida no es así,
hay cosas que desconocéis.
.
Rafa, un año ya,
de que cerraras,
los ojos,
a la vida terrenal.
de que cerraras,
los ojos,
a la vida terrenal.
Hola Luis... no me acostumbre a llamarte Luis Jorge ni cuando íbamos a clase juntos en los Maristas de la Fuensanta ni cuando trabajábamos juntos en Esabe con los interminables transportes de fondos después de otras tantas horas de vigilancia en la fabrica de polvora... y tampoco creo que te llame nunca asi en nuestro inolvidable viaje a Paris... Yo fui entonces el tercero en discordia pero al fin y al cabo fui y dado las diferencias que mas que ser un elemento de riqueza al tener cada uno nuestra forma de pensar pues quedo como signo inequívoco de separación y discordia... al fin y al cabo ninguno tiene la mente cuadriculada y puede cambiar... bueno en nuestro caso ninguno cambio y después de unos interminables huracanes, parece que todo volvió a su cauce...
ResponderEliminarAparte de este insolito viaje a Paris... tengo muchos recuerdos... infinitos recuerdos que ya quedaron en ese cajón de sastre que echamos en falta cuando miramos para atrás con nuestras vivencias de casi toda una vida... Empece en la torre de la Horadada y casi sin quererlo nos echamos novias al mismo tiempo ... yo con Elena y el con Margarita...que por desgracia nos marcaron nuestras vidas... y muchos momentos que ahora me vienen a la memoria..excursiones, buceos y como telón de fondo una sensación de pertenecernos como si fuéramos hermanos... el por supuesto mayor que yo y por tanto casi con una obediencia de la que no pudo desprenderse ni cuando en nuestro viaje a Paris... en fin que me alegró leerte en este casi olvidado post de tanto tiempo.
Saludos.
Pedro
Un fuerte abrazo Pedro esto es posible que te interese http://ugtloomismurcia.blogspot.com.es/2009/02/rafael-baldasquin-caballero-un-buen.html
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